Alimentos sin
Ya hace un tiempo se comercializan productos sin lactosa, pero ha sido en los últimos años cuando se ha ampliado su oferta. Inicialmente eran utilizados por las personas diagnosticadas de intolerancia a la lactosa, pero en la actualidad se han hecho más populares entre la población.
Esto ha generalizado su consumo en personas sin un diagnóstico claro de intolerancia a la lactosa, y en consecuencia en los niños. Pero ¿Por qué comprar productos sin lactosa cuando no hay una intolerancia?
La lactosa es el azúcar característico de la leche y sus derivados. Se trata de un disacárido formado por la unión de una molécula de glucosa y una molécula de galactosa. De forma natural, se encuentra en la leche y sus derivados, en cantidad variable. Así pues, aquellos productos lácteos basados en leche fermentada, como el yogur y los quesos, tienen una menor concentración de lactosa.
Debemos tener en cuenta que la lactosa se usa como un aditivo alimentario, por lo que puede estar presente en gran variedad de alimentos de origen no lácteo.
En la actualidad se pueden encontrar gran cantidad y variedad de alimentos modificados denominados sin lactosa, como leche, queso, yogur y una amplia gama de postres lácteos, snacks etc. siendo, estos productos una alternativa para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que la mayoría de personas intolerantes a la lactosa son capaces de digerirla en pequeñas cantidades repartidas a lo largo del día. Es decir que una persona puede que no tolere la leche, pero sí productos como yogur normales y queso. Ya que estos contienen menores aportes de lactosa. Así que es importante conocer la tolerancia individual ya que es clave para saber si se debe eliminar completamente o parcialmente la lactosa de la dieta.
La lactosa favorece la absorción del calcio de los lácteos, es importante que en la medida de lo posible, se sigan consumiendo aquellos lácteos que son bien tolerados.
Actualmente y cada vez más, personas sin un diagnóstico clínico eliminan de la dieta la lactosa. Este tipo de modificación de la dieta puede favorecer que a la larga se tenga menor tolerancia a esta y, en algunos casos, derivar en una dieta menos variada, especialmente si se eliminan por completo los lácteos sin más.
En este sentido, no es necesario eliminar la lactosa de la dieta si no se dispone de una indicación médica. Si, por cualquier motivo, se sospecha que pueda tener algún tipo de intolerancia es muy importante acudir al médico de referencia para confirmarlo.
Impulsado por las tendencias de salud y bienestar, muchos consumidores excluyen los lácteos de su dieta debido a la presencia de lactosa. Cada vez más consumidores asocian a los productos deslactosados con una opción saludable.
La lactosa está presente en la leche de vaca, de cabra y de oveja en cantidades similares. La intolerancia a la lactosa puede causar dolor y distensión abdominal, gases, náusea y diarrea, lo que hace difícil para los consumidores disfrutar de los productos lácteos.
Si bien en Asia y África son donde se registra el mayor nivel de población con intolerancia a la lactosa, el segmento de los productos lácteos deslactosados está creciendo rápidamente en Europa, Norteamérica y América Latina, y sobre todo en yogures, leches y postres. Esto hace que estos mercados geográficos sean muy interesantes para los productores lácteos innovadores.